El Ministerio de Educación convoca a concurso de ingreso a
la carrera docente cada largos años y la CNSC se demora otra eternidad en
finalizarlo, lo que hace que queden un sinnúmero de plazas vacantes que los
rectores tienen la obligación de llenar. Algunas Secretarías de Educación
manipulan las plazas para hacer politiquería. Por aumento o disminución en el
número de alumnos matriculados, se presentan cambios en las áreas o en cursos.
Todas estas y otras circunstancias terminan incidiendo en la distribución de
las clases. Por eso, una profesora de matemáticas puede resultar dando unas
horas de educación física.
Las normas dicen que cada docente debe estar en un área y
existe la oportunidad de homologación. Esto es, por ejemplo, si un normalista
está estudiando para profesionalizarse en primaria con una licenciatura es
matemáticas, cuando obtenga el título puede homologar, entonces, le quitan
primaria y le dan matemáticas.
Así se da una directriz en que cada maestro o maestras debe estar
en su área de desempeño, porque es lo más correcto; trabajar en el área en que
están formados es lo que tiene sentido en lo político, disciplinario y pedagógico.
A veces las instituciones tienen necesidades, pero estas
deben ser colectivamente resueltas, no en el sentido unilateral de asignar las
distribuciones académicas al criterio y al antojo de una sola persona; y mucho
menos desconociendo la formación de los educadores. Cada quien debe tener la
posibilidad de decidir si aceptar o no esta nueva responsabilidad.
Cuando se desconoce la formación de los docentes, se están
cometiendo dos grandes errores. Uno, está vulnerando la libertad del maestro y
los criterios para los que fue formado. Dos, también hay un grave daño a los
estudiantes, pues les quita la posibilidad de tener a un pedagogo formado en el
área que trabaje con ellos, en vez de ese otro que debe experimentar o
improvisar.
Para estas situaciones están los consejos académicos, donde
se discute la distribución de las asignaciones académicas, así como la distribución
del horario para cada profesor. En cualquier caso, es básico que la decisión
tenga una coherencia con la formación, buscando beneficiar a los estudiantes.
Tal vez esté equivocada, pero creo que en aras de mostrar resultados se está improvisando y llevando a la carrera magisterial al traste. Los gobiernos con sus Ministerios de Educación no están interesados en procesos educativos pedagógicos, sino que están cumpliendo con las imposiciones desde los negociantes de la educación, quienes imponen a destajo sus políticas despedagogizadas, con ausencia de calidad de la cual hacen tanto alarde. Y nosotros nos hemos dejado meter en ese paquete tan burlesco e indigno el cual trae nefastas consecuencias, que en últimas somos quienes cargamos con la culpa vergonzante cuando no se obtienen los resultados esperados en las denominadas pruebas saber y pisa. Pero quieran o no ¡Somos las personas más importantes en la sociedad porque educamos a todo el mundo! Lástima que hayan aterrizados muchos sin vocación y sin pedagogía amparados en esas funestas políticas Que pongan al centro de la agenda a la educación "La calidad de la educación define el futuro de un país" según Oppenhaimer. Sólo nos queda la única arma que tenemos: La lucha por nuestras reivindicaciones. Pero también transigir para que se reconozca y se valore el PEPA. Es urgente que los gobiernos acepten esta bella propuesta.
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